¡Bienvenidos, padres! Si la Lección 3.1 era el “Plan A” para el atragantamiento, la Reanimación Cardiopulmonar (RCP) es nuestro “Plan B”, crucial en escenarios donde el bebé no respira y no responde (como un atragantamiento que no se pudo resolver, o un colapso por SMSL o un ahogamiento).
La RCP combina compresiones en el pecho (para hacer circular la sangre) y respiraciones de rescate (para llevar oxígeno a la sangre). Recuerden, la clave de la RCP exitosa es la rapidez en iniciar las compresiones.
1. Evaluar la Situación: Los Tres Pasos Iniciales
Antes de iniciar la RCP, debes confirmar que realmente la necesita. ¡No pierdas más de 10 segundos en esta evaluación!
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Paso 1: ¿El Bebé Responde? 🗣️
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Dale un pequeño golpe suave en la planta del pie o háblale fuerte.
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Si el bebé NO se mueve ni emite sonido, no responde.
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Paso 2: ¿Llama a la Ayuda? 📞
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Si estás solo, inicia inmediatamente la RCP (Paso 4). Después de 2 minutos (5 ciclos de RCP), detente y llama al 911/emergencias tú mismo.
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Si hay otra persona, pídeles que llamen al 911 y que busquen un Desfibrilador Externo Automático (DEA), mientras tú inicias la RCP.
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Paso 3: Abrir la Vía Aérea y ¿Hay Respiración? 😮💨
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Coloca al bebé boca arriba en una superficie plana y firme.
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Abre la vía aérea con la maniobra “cabeza atrás/mentón arriba”: Coloca una mano en la frente del bebé e inclina suavemente la cabeza hacia atrás, y dos dedos bajo el mentón para levantarlo. La cabeza debe quedar en una posición neutra o ligeramente inclinada, como si estuviera oliendo una flor. ¡No lo hiperextiendas!
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Verifica (mirar, escuchar y sentir): Acércate a su boca y nariz. Mira si el pecho se levanta, escucha si hay sonidos de respiración y siente si sale aire. No lo hagas por más de 10 segundos.
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Si no respira o solo está “jadeando” (respiración agónica), ¡inicia la RCP!
2. La Secuencia de RCP: 30 Compresiones y 2 Ventilaciones
La secuencia estándar para un solo reanimador no profesional es una relación de 30:2 (30 compresiones seguidas de 2 respiraciones).
Fase A: 30 Compresiones Torácicas
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Posición de la Mano: Coloca dos dedos (índice y medio) en el centro del pecho del bebé, justo por debajo de la línea imaginaria de los pezones (el mismo punto que usamos para el atragantamiento).
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Ritmo y Profundidad:
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Comprime el pecho a una profundidad de aproximadamente $4\text{ cm}$ (casi $1/3$ de la profundidad del pecho).
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Realiza las 30 compresiones a un ritmo de al menos 100 a 120 compresiones por minuto. Puedes seguir el ritmo de la canción “Stayin’ Alive” de los Bee Gees (aunque la canción es para adultos, el ritmo es el mismo).
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Asegúrate de permitir que el pecho se expanda completamente entre cada compresión.
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Fase B: 2 Respiraciones de Rescate (Ventilaciones)
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Posición: Mantén la vía aérea abierta con la maniobra “cabeza atrás/mentón arriba”.
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Sello: Cubre la nariz y la boca del bebé con tu boca (sellado boca a boca/nariz).
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Ventilación: Sopla muy suavemente (solo un “soplo”) durante 1 segundo para ver cómo el pecho del bebé se levanta visiblemente.
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Repite: Da una segunda respiración, asegurándote de que el pecho se levante de nuevo.
Precaución: ¡No soples demasiado fuerte! Los pulmones de un bebé son pequeños. Un soplo suave es suficiente para que el pecho se levante. Un soplido muy fuerte puede dañar los pulmones.
3. El Ciclo de Supervivencia y el Relevo
Debes continuar con los ciclos de 30 compresiones seguidas de 2 respiraciones (30:2).
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Reevaluación: No detengas la RCP para reevaluar la respiración o el pulso hasta que hayan pasado los 5 ciclos completos (aproximadamente 2 minutos). Si el bebé comienza a moverse o respirar normalmente, detente.
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Si estás solo: Después de los 5 ciclos, detente por unos segundos para llamar al 911 o pedir ayuda, y luego continúa la RCP hasta que llegue la ayuda o el bebé se recupere.
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Si hay dos reanimadores: Intenten turnarse cada 2 minutos para evitar la fatiga. Es mejor usar la relación 15:2 (15 compresiones y 2 respiraciones) si hay dos personas disponibles, pero para reanimadores inexpertos y solos, el 30:2 es más fácil de recordar.
La RCP es intensa y agotadora, pero es lo único que mantiene con vida al bebé hasta que llega la ayuda especializada. Recuerda, tu principal trabajo es bombear esa sangre oxigenada.